La liga estadounidense, que tiene un asiento en el consejo de la FIBA, apoyó desde el principio el proyecto, camiseta lakers pero también dejó claro que no iba ceder a sus estrellas. Desde febrero de 2008 hasta septiembre de 2014 el pívot español, que acaba de anunciar su retirada, defendió los colores oro y púrpura del equipo angelino y pasó de ser un gran jugador a una estrella de la liga. Los actuales campeones no olvidan el legado del escolta, uno de los mejores jugadores que han vestido la camiseta amarilla y púrpura.