Desde su creación en 1970, el equipo de Ohio tomó los colores dorado para los partidos de casa y color vino o granate para los de fuera, esquema que se mantuvo hasta 1983, cuando el equipo dio un giro y adoptó el blanco, Micamisetanba el naranja y el azul como colores principales. Entre las principales mejoras que señalaban estaban la capacidad de gestión, tecnología, logística de cámaras de televisión, pantallas, iluminación, áreas de hospitality, conectividad, sonido y, sobre todo, todo lo relacionado con la interacción con el público, algo en lo que los pabellones españoles aún llevan décadas de retraso.